El “Premio Espíritu UC” se creó el año 2002 con el fin de reconocer a los estudiantes que en su vida universitaria destaquen por su excelencia académica, su disposición de servicio y promuevan los valores y el espíritu de la U.C., medidos a través de su compromiso con el desarrollo y el bienestar del país.

    Por definición, este es un premio al que los alumnos no pueden postular, sino que representa un notable reconocimiento de la comunidad universitaria a los valores que encarna una persona, elegida de entre sus casi 20.000 alumnos, y que la distingue como quien representa el ideal de profesional que la Universidad Católica de Chile pretende entregar al país.

    El premio es dirimido por una comisión integrada por el Rector, el Vice Gran Canciller, el Director Ejecutivo de la Pastoral, el Presidente de la Feuc y el representante de los alumnos en el Honorable Consejo Superior de la UC, de entre los alumnos propuestos por el Consejo de cada Facultad.

   Cabe destacar que este año la elección fue por unanimidad de los miembros integrantes de la comisión electora.

VIDA UNIVERSITARIA

     Valentina Rosas Plaza, al egresar del colegio Instituto Linares, ingresó -el año 2008-  a estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Católica para desarrollar su interés por las políticas públicas como instrumento indispensable para la superación de los problemas derivados de la pobreza y las inequidades que afectan a los más necesitados.

     Desde el inicio y durante toda su  carrera Valentina fue beneficiaria de la Beca Juan Pablo II que exige alto nivel académico y gran compromiso solidario.

     Durante su vida universitaria Valentina destacó entre su pares por su responsable dedicación al estudio, su compañerismo y liderazgo.

     Fue designada profesora ayudante en algunas materias como “Economía Política Internacional”, “Introducción a las Relaciones Internacionales” y “Fundamentos Institucionales de la Política”, en la Universidad Católica y del ramo “Ethos y Globalización” en la Universidad Alberto Hurtado.

     Paralelamente a su carrera Valentina, realizó una nutrida actividad de bien social como docente en un preuniversitario solidario y mediante su participación en obras de teatro infantil para la Unidad de Pediatría del Hospital Clínico de la UC.    

     Formó parte del “Primer Congreso Asesor de Puentes UC”. El programa “Puentes” del Centro de Políticas Públicas UC, es un modelo de colaboración horizontal entre la universidad y las municipalidades, que genera aprendizajes y valor público a ambas partes, ya que contribuye a la mejor docencia en la UC de una manera integral, ética, y propositiva y, al trabajar sobre problemas reales y concretos, se traduce en una contribución a la calidad de vida de los habitantes de las comunas incorporadas al programa.

     Fue Jefa de la Pastoral de Humanidades, colaboró en los programas “Misión de Vida”; “Misión País” y fue miembro integrante del “Consejo Siembra UC” Estos programas buscan contactar a los alumnos de la UC con diversas comunidades del país a las que se llega con misiones concretas de construir o reparar capillas, mediaguas, plazas o sedes sociales, pero sin quedarse sólo en el aporte material o asistencial sino que, principalmente, llevándoles un mensaje de fe y esperanza, satisfaciendo necesidades intelectuales y espirituales de las personas que forman dichas comunidades, hasta donde los estudiantes llegan a poner sus conocimientos al servicio de los mas necesitados.

     Valentina, como representante  de la organización “Techo par mi País” llegó hasta Santiago del Estero, República Argentina y como representante de la Pastoral de la Universidad Católica de Chile fue enviada a las localidades de Salto Nuevo y Montevideo, en Uruguay.

OPCION POR EL SERVICIO AL PROJIMO

Para testimoniar su opción por lo pobres, Valentina, mientras estudiaba su carrera, vivió durante un año en la población “La Bandera” de la comuna de San Ramón de la Región Metropolitana, lugar en el que se vinculó cotidianamente con sus habitantes, desempeñándose como cocinera del Comedor Solidario del Padre Pío y donde -en conjunto con otros estudiantes de la UC-  creó el Taller Literario “Cuentos de la Bandera”  en el que trabajaron con menores de cinco a quince años, logrando publicar un libro con los cuentos elaborados por los alumnos del taller.

En la solemne ceremonia de inauguración del año lectivo realizada, a principios de abril, en la capilla del Campus Oriente de la Universidad Católica, presidida por el Rector,  Dr. Ignacio Sánchez, el  Cardenal de Santiago y Gran Canciller de la  UC, Monseñor Ricardo Ezzati, el Nuncio Apostólico Vaticano, Monseñor Ivo Scapolo, todas las autoridades de la UC e invitados, se entregó la distinción a Valentina Paz Rosas Plaza, lo que fue refrendado por un prolongado y entusiasta aplauso de los concurrentes.

Cabe hacer presente que Valentina durante su etapa escolar en el Instituto Linares, de la Congregación Marianista, también participó en diversas actividades entre las que podemos señalar: Talleres de Confirmación; Encargada de Pastoral; Trabajos Voluntarios de invierno y verano; Techo para Chile; Curso de Verano de Economía en la Universidad de Chile; Olimpiadas Nacionales de Historia en la Universidad de Santiago; Centro de Alumnos, CAIL.

En la actualidad Valentina Paz Rosas Plaza se desempeña, como Cientista Política, en el Ministerio de Desarrollo Social a cargo del programa Ingreso Ético Familiar, hasta donde llega diariamente en bicicleta.

-“Fue una enorme sorpresa” manifestó con alegría Valentina cuando fue informada de esta distinción.

-“Yo sólo aspiraba a sacarle el jugo a mi vida universitaria en una época que nos ofrece muchas oportunidades y herramientas para lograr lo que queremos  y llegar a ser agentes de cambio en la sociedad.

Lo que más valoro, y aspiro a desarrollar en mi, son aspectos como la  gratitud, la alegría, el servicio, el compromiso, la responsabilidad, la justicia, la empatía y la voluntad.

Estoy convencida que tenemos que trabajar por los demás. Tenemos una misión derivada de la formación que recibimos que tiene que verse reflejada en nuestro quehacer de cada día.

Este premio es, en verdad, un reconocimiento a mi familia, al Instituto Linares, a la U.C., a mis amigos, todos quienes me han enseñado a ser mejor que ayer y a todos los que me muestran cuanto me falta por crecer.”

Con sencillez, Valentina concluye: -“Creo que en la vida mas que los honores o premios, importan  el trabajo constante, la perseverancia, el respeto por la dignidad de las personas, el servicio y cariño que uno debe ponerle a las cosas que hace.”