Con un poco de nervios, cerca de las 18:00 horas, comenzamos a recibir a nuestros importantes invitados, se fueron sumando y nuestro gimnasio de a poco se comenzó a llenar. Iniciamos la celebración dándoles un gran aplauso, por su gran cariño y entrega a cada una de sus familias.
Escuchamos declamar a una maravillosa abuela poeta. En seguida un abuelo, nos contó su experiencia de ser abuelo y la alegría que esto le trajo; después nos reímos con las frases típicas de los abuelos y después vino el baile entretenido para subir la temperatura y capear el frío, aunque de frío, nada, ya que para terminar de pasarlo, servimos un rico vino navegado con tortilla de rescoldo. Don Juan Gutiérrez y un grupo de abuelos, nos hicieron bailar cueca alegremente, luego dos nietos en nombre de todos los que allí estaban, dieron su testimonio de que se siente ser nieto y del amor que le tienen a sus abuelos, para terminar recibiendo la bendición especial, para los abuelos y abuelas de un grupo de niños y niñas de nuestro colegio.
Esta fiesta ha llegado para quedarse, ya que desde este año, si Dios quiere, la realizaremos siempre como acción de gracias, por todo el amor y la entrega de nuestros queridos abuelos y abuelas.