A 12 años de la Pascua del Padre José Miguel Cañabate
El día 29 de abril, en la eucaristía de las 07:30 hrs. De la mañana, recordamos el 12º aniversario de la Pascua del sacerdote Marianista, José Miguel Cañabate.
Muchos de los actuales estudiantes y sus familias, desconocen, quién fue o qué hizo este Marianista, por lo que hoy más que nunca se hace necesario recordarlo, ya que es parte importante de la historia y por lo tanto de lo que hoy es, el Instituto Linares.
Aquí les adjuntamos una breve reseña de su vida.
Hace 12 años, un 29 de Abril de 2004, se produjo el desenlace de la vida del padre José Miguel Cañabate, un cáncer óseo se lo llevó a los 74 años de edad. Muchos de nosotros lo conocimos de diferentes formas: como sacerdote, como rector, como profesor de filosofía, de religión, como guía espiritual, como amigo, como hermano.
El Padre José Miguel Cañabate nació el 29 de Septiembre de 1929 en Vitoria, al norte de España. De niño se sintió llamado a la vida consagrada e ingresó a la Compañía de María, Marianistas, a la edad de 12 años. Hizo sus primeros votos en 1945 cuando tenía 16 años.
En 1958, ya con 29, se ordenó sacerdote en Friburgo, Suiza, y comenzó con su ministerio sacerdotal por más 40 años. Llegó a Chile en 1960, lo traía el mismo espíritu misionero de tantos jóvenes religiosos marianistas como él que un día llegaron por estas tierras.
Él, en su libro Los Marianistas en Chile, escrito en 1999 con motivo de los 50 años de presencia Marianista en Chile, nos dice: “Los interpretes de esta historia no son héroes ni personalidades ilustres. Simplemente religiosos marianista que, sensibles al llamado de la iglesia, vinieron, bastantes de ellos voluntarios (como él), para ser misioneros en este país, “copia feliz del edén”, y de una “loca geografía”. La mayoría de ellos llegaron muy jóvenes, entre 20 y 30 años, y han dejado en esta tierra chilena lo mejor de sus vidas. Unos volvieron a su patria España o EE UU, otros dejaron la vida religiosa y formaron un hogar en este país. Tres fallecieron en esta tierra y en ella reposan (cinco, en la actualidad incluido él).
La simiente que todos ellos sembraron cayó en buena tierra, y sus mejores frutos son la nueva generación de religiosos marianistas chilenos que, poco a poco, va tomando el relevo.
El padre José Miguel Cañabate fue rector del Instituto Linares en dos oportunidades (1965-1968 y de 1984-1989). También lo fue del Instituto Miguel León Prado de Santiago de 1968 a 1974. Fue profesor de filosofía y párroco de San Miguel Arcángel en tres periodos (1975-1977, 1982-1984, 1989-1992).
En 1976 su especial personalidad lo impulsó a crear y dirigir la comunidad de formación de postulantes de la Parroquia San Miguel Arcángel, por sus manos pasaron varios de los marianistas chilenos que recibieron de él inspiración y apoyo para su vida espiritual
Fue rector y capellán del centro de espiritualidad Marianista Nuestra señora del Pilar entre 1992 y 1998. Finalmente y conforme a una solicitud personal regresó a su querido Linares para ser nuestro capellán, amigo, colega y profesor desde 1999 hasta su nacimiento a la vida eterna.
El Padre José Miguel Cañabate nos dice en su libro cual es la esencia de la vida marianista:
“La esencia marianista implica un estilo de vida que nunca se puede desvincular ni de un hombre ni de una historia"
Dice la Regla de Vida marianista:
“Dios al llamarnos a ser marianistas nos invita a seguir de una manera especial a Jesucristo, hijo de Dios, hecho hijo de María para la salvación de los hombres. Nuestro fin es llegar a la conformidad con Él y trabajar por la venida de su reino. Teniendo en cuenta que todo carisma es un don de Dios a la Iglesia, nuestra razón de ser dentro de la misma es vivirlo intensa y fielmente para transmitírselo después a los demás, de forma que sepamos implantar la Fe donde no está, y reanimarla donde está débil, y ello empleando siempre los medios más adecuados según los tiempos y lugares. Y, además, teniendo en todo momento presente la fe que vivió y practicó la Virgen María.”
En el libro nos expone con mucha claridad cuales son los principios esenciales del carisma marianista:
2. Clara vocación evangelizadora y misionera
3. Rol de María en el Plan de Dios y el deseo de vivir unidos a ella.
4. Entrañable sentido comunitario, llamado desde el comienzo Espíritu de familia
5. Total adaptación a lugares, grupos y necesidades, lo que nos hace ser abiertos y naturales en nuestro trato.
6. El amor a la Iglesia, a la que nos entregamos para brindar el testimonio de una autentica vida religiosa.
“Todo ello con la conciencia clara de ser sólo una pequeña familia más en la gran muchedumbre del pueblo de Dios. Pero con la firme convicción de desempeñar un servicio genuino y original en la iglesia y en el mundo. No hay marianista que se crea poseedor de una formula mágica cuyo uso le asegure éxitos automáticos en la educación. A cada marianista le basta ser de verdad marianista para actuar de un modo original”.
Claramente así era el Padre José Miguel Cañabate, un genuino representante de sus propias palabras, siempre pendiente de dar un mensaje a través de sus palabras, de sus acciones Los que le conocimos sabemos de su constante preocupación por el futuro de la Compañía de María en Chile, su especial cariño por los profesores y auxiliares, y por los jóvenes.
El vacío que dejó es demasiado grande, como lo es su mensaje, claro y fuerte, él nos invita a ser cada día mejores cristianos, mejores profesionales, mejores alumnos, mejores personas.
Gracias José Miguel por tu amor a Dios, a la Virgen y a nosotros. La comunidad del Instituto Linares no te olvidará.
A 12 años de la Pascua del Padre José Miguel Cañabate