Durante la semana pasada se reunió el grupo de docentes que participó como jurado de este concurso. Ellos fueron Mariana Garay, profesora de lenguaje del CSMC; Jocelyn Toro, profesora de Lenguaje del CPSM; y Juan Rondón, profesor de arte y directivo del IMLP.

La metodología de trabajo utilizada fue la lectura colectiva de cada texto en voz alta, el posterior juicio valórico y gramatical de estos.

Agradecemos a todos y cada uno de los participantes y esperamos que sigan escribiendo y desarrollando sus distintos talentos.

Felicitamos a los ganadores, con quienes nos contactaremos internamente para coordinar la premiación, y a continuación presentamos sus nombres y textos.

Ganadora Categoría Infantil:

• Catalina Gidi, sexto básico, Instituto Linares.

Un buen gesto hace la diferencia

Un día en religión hablábamos sobre María. Le pregunté al profesor: -¿por qué nos enseñan a ser marianistas?- Él respondió:- Les enseñamos a ser buenas personas y a actuar con cariño y humildad. Más que nada, seguir el camino de María-.

Al salir, saqué mi moneda, con la cual iba a comprar láminas para completar mi álbum. Vi a una señora tirada en la calle con dos bebés en sus brazos y le regalé mi moneda acordándome de todo lo que hizo el Padre Chaminade por la gente. Su expresión de felicidad era inexplicable. Me fui feliz a casa por haberle ayudado.

Premio Talento Infantil:

• Martín Salgado, segundo básico, Colegio Santa María de la Cordillera.

Lo que me ha dado mi colegio

En mi colegio he recibido muchas sonrisas… aunque me porte mal. Mi colegio lo quiero y las clases me gustan… incluso la de lenguaje. Yo me río con mis compañeros y las tías son muy generosas. Los tíos cuidan el colegio, son muy simpáticos, me saludan cada vez que me ven.

Mis mejores amigos los conocí en este colegio, ellos son Vicente y José. Con ellos aprendo a ser un buen amigo y una buena persona… Me gusta cuidar mi colegio, me gusta cantar en las misas, porque de esa manera Dios me escucha y me mira. Así soy mejor marianista.

Ganadora Categoría Juvenil:

• Antonia Navarrete, segundo medio, Instituto Linares.

Color

Ante su incapacidad de ver rostros, comenzó a pensar en cada persona como un color. Luego del accidente, todos parecían ser personas blancas y brillantes, pero pasados los años, y conforme crecía, aquellas personas comenzaron a parecerle grises, incluso negras, como un remolino.

Fueron tal vez diez colegios en los que estuvo, y más de treinta a los que no logró ingresar. Faltaban casi tres años para poder salir del colegio, y su madre se negaba a retirarlo de los estudios.

Fue cuando llegó al último colegio que pisó.

No podía ver las manos que lo guiaron durante esos años, ni ver los rostros de quienes le hablaban, solo un vacío donde de golpe y sorpresivamente resplandecían luces blancas, cálidas, respetuosas, amables y sinceras.

Porque no podía ver rostros, solo almas y valores.

Premio Talento Juvenil:

• Valentina Parada, tercero medio, Instituto Linares.

Identidad marianista

A las 7:30 AM me encuentro frente al espejo, y en mi ejercicio matutino de reflexión, me pregunto: ¿Cómo soy? Adjetivos burdos y sin peso abundan en mi cabeza. Mi uniforme escolar hace eco en la lámina resplandeciente y otra interrogante surge del reflejo de mi imagen. ¿Cómo mi entorno escolar repercute en mí? Viajo a través de las experiencias, millones de segundos, millones de sonrisas y múltiples sensaciones.

Solidaridad, compañerismo, empatía, amor al prójimo; diversas cualidades que caen en acciones, acciones marianistas. Mi mirada se fija en mi insignia. Mis labios dibujan una sonrisa de orgullo, sé quién soy: Una estudiante marianista, educada con amor, construida en valores y cimentada en acciones.

Ganador Categoría Adulto:

• John C. Pineda, exalumno del Instituto Miguel León Prado.

Pertenezco

No fue fácil obtener una educación Marianista. Los hechos de septiembre de 1973 y las dificultades laborales de mis padres, parecieron golpear ese esfuerzo. Era una época de temor y carencias, la solidaridad llegó desde la misma Congregación y en forma de beca. El tiempo pondría las cosas en su lugar y yo lograría comprender que esa escasez y ese temor, se transformaron en sueños y motivación. Los valores recibidos se convirtieron en fortalezas. El conocimiento, la diversidad y la cultura que irradiaba su ambiente, influyó en cada una de mis acciones futuras. ¿Cómo lo sé? Soy un viejo feliz.

Premio Talento Adulto:

• P. Carlos Julio Barragán, religioso marianista.

¡Forma, todo forma!

¡Forma, todo forma!
Forma la vida, forma el ejemplo, forman las actitudes, forman los gestos.
Forman los signos y los detalles.
Todos ellos tan grandes y a la vez tan pequeños.

Y yo buscaba, ¡Desde siempre buscaba!
El sentido de mi vida, la ilusión de hacerlo.
De pequeño… de grande. ¡Siempre buscaba!
Y Dios me encontró, por esa vida de los marianistas,
por su formación y su ejemplo.
¡Y Dios me encontró! Y me quiso formar por ellos.
Y llegó el sentido, todo recobró un nuevo color y destello.
Ya no a las Armas… ¡solo Jesús y los pobres!